Lucía y el viento

Hoy os dejo un cuento en verso que he escrito. Para ser honesto es una canción frustrada. ¿Cuento frustrado? Ya me comentaréis…

LUCÍA Y EL VIENTO

Lucía tiende la ropa
delante de la ventana,
y algo en su pecho galopa,
su corazón se huracana.

El día empieza
gris, igual que su tristeza.
Por las ciudades
ve llover sus soledades.
Hay tempestades en su cabeza,
mil falsedades y una certeza:

«Pasará el temporal, lo presiento,
vendrá un amante
que no se espante
ni eche a volar, volar… como el viento.»

Luego con cara de boba,
de boba triste Lucía,
ve cómo el viento le roba
las bragas mientras tendía.

La brisa marca
el compás que las embarca
y las deporta
dejando a la gente absorta
y cuellicorta por la comarca,
no son de marca pero… ¡qué importa!.

Pasará el temporal lo presiento
vendrá un amante
que no se espante
ni eche a volar, volar… como el viento.

Y así prosiguen su viaje
sobre los campos de España,
hasta dar con el ramaje
de un árbol de la montaña.

Cosa inaudita
ver un árbol que se excita,
y en vez de flores
da simpáticos señores
con pormenores, cara bonita,
buenos valores y algo de guita.

Tanto rezar dio su fruto,
o más que un fruto quinientos
hombres de aspecto impoluto
que van bebiendo los vientos

hasta su piso
donde llaman de improviso,
y abre la puerta
Luci boqui y «pierniabierta»,
y ante su oferta de compromiso,
piensa «estoy muerta en el paraíso».

Pasará el temporal…

Y entran y dicen algunos:
«Tendrás perfecta la casa
y en cama tus desayunos»
mientras la mopa otro pasa.

tioweno

Y en cuanto al goce
no la dejan que solloce,
cuando les llama
de uno en uno hacia su cama
y si se inflama de doce en doce,
y se conoce que a todos ama.

Pasará el temporal…

Y desde entonces hay clubes
de chicas fans de Lucía,
fíjate bien en las nubes
si el viento sopla algún día,
verás volar lencería.